domingo, 13 de julio de 2014

La última esperanza (y 2)

Sin embargo esta temporada será nuevamente diferente. Cuatro años después del último ascenso volveremos a subir de categoría, y de manera menos 'silenciosa' esta vez.
En el último suspiro finalmente podemos contar de nuevo con un segundo equipo, y esto hará concebir esperanzas de un Parque Bilbao mejor y más sólido deportivamente. Mas a esas alturas mis ilusiones, mis convicciones de que esto sucediera realmente estaban un tanto difusas, por lo que tuve que buscar nuevas esperanzas que me impulsaran, o quizá reinventarlas...
 
Finalmente descubro el error que llevaba tiempo nublando mi percepción del entorno. Siempre se trató de buscar objetivos al final de los caminos de Parque, de encontrar los óptimos y de cumplirlos. Gran error que me provocó muchas frustraciones, porque el verdadero objetivo, la auténtica esencia de los caminos recorridos siempre fue el propio camino. La gente que ha formado parte del club este año me lo ha enseñado.
Ellos han conformado un gran grupo, uno de los más implicados con los que hemos contado en Parque, ellos han convertido en habituales las antiguas tradiciones festeras del club, y de ellos he aprendido que las esperanzas no hay porqué reinventarlas, sino simplemente descubrirlas. Ellos me han mostrado la última esperanza...
 
 
 

Gila

sábado, 12 de julio de 2014

La última esperanza (1)

Había una vez...
 
Comenzó siendo un ascenso silencioso, o es lo que me pareció, que ascender de categoría no nos había llenado de orgullo y satisfacción, que el silencio de la indiferencia se había impuesto entre nosotros.
Le siguió un nuevo camino, un nuevo reto fue la creación de un seguido equipo en el club. La idea de Raúl cuajó, y la experiencia resultó muy satisfactoria. De verdad fue un camino para disfrutar; deportivamente se ganó más de lo esperado, y ello con un grupo humano muy considerable.
La segunda parte de este nuevo viaje no fue un camino sin miedo a crecer, sino más bien lo contrario, puesto que los miedos al error, al fracaso (?), o la indeterminación de objetivos fue un lastre que ocasionó demasiados parones y vueltas atrás, y que tuvo como consecuencia final la desaparición de ese segundo equipo.
Volvíamos a andar con un equipo tan sólo, lo que parecía un retroceso, y lo que me creaba un sinfín de dudas, respecto a número de gente para los partidos y para entrenar, sobre todo. No era tan sólo un nuevo camino de dudas el que veía en la partida, más bien era toda una autopista de incertidumbres. Que al final se convirtieron en certezas de los errores que casi nos provocan el descenso, y con ello la imposibilidad de volver a contar con un segundo equipo...
 
 
4 años de caminos