Y cambió de equipo, Zurbaran, y fue triste perder su habitual camaradería, el apoyo que prestaba este jugador de equipo. Pero por suerte, volvió, y en un equipo renovado intentó cumplir deportivamente, y lo hizo, además de seguir siendo el tío esforzado, humilde y gran compañero que siempre ha sido. Aquellos ganchos lejanos en los partidos, y aquel triplazo frontal en su último partido oficial (al menos hasta el momento), también son recuerdos que me hacen sonreír, mientras el cura proclama la bendición final. Y aún aflora un recuerdo más, pero éste lo guardo, lo conservo para más adelante, para disfrutarlo con calma y con una amplia sonrisa. Porque éste es para compartirlo con los demás, y sobre todo con Ivan.
Ya salen, y les arrojarán arroz, y ante mi sorpresa no aparece ningún canónigo disgustado por tan alta afrenta a la madre iglesia. Lanzar arroz a los novios tras la boda se está convirtiendo en un rara avis (al menos que pagues un cierto 'impuesto'), que algunos sustituyen por pétalos o pompas de jabón. En esta ocasión, sí hubo lluvia de arroz, y Nuria e Ivan lo comprobaron.
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