domingo, 23 de febrero de 2014

Descontrol en la segunda parte

Boskozaleak 45  Parque Bilbao 39
Volvemos a este campo de Burceña en el que no ganamos desde hace... Y seguiremos sin hacerlo una vez más.
Resulta, aparentemente, difícil entender cómo podemos tener dos partes tan diferentes. En una, controlamos el partido, y algunos fallos, sobre todo defensivos causan que no sentenciemos el encuentro a favor nuestro. En la segunda parte, creyendo quizá todo el trabajo hecho, nos dejamos llevar y nos dedicamos a jugar como en derrotas anteriores. Y el resultado es calamitoso.
En los dos primeros cuartos, la intensidad defensiva es suficiente para que no nos anoten con mucha facilidad, aunque algunos despistes, o faltas absurdas que otorgan dos tiros libres al contrario, son 'regalos' que impiden que aumentemos la diferencia, que al descanso es de ocho puntos favorable, y que apenas un minuto antes llegó a ser de diez puntos.
Así las cosas, utilizamos el descanso para hablar, no para hacer tiros en la canasta en que nos toca atacar. Se aportan comentarios, detalles, que si bien son interesantes, se me antoja, ya a posteriori, que nos 'relajan', que nos hacen olvidar la tensión necesaria para ganar; porque quizá se nos ha olvidado que no está hecho aún.
El tercer cuarto, 16-2, desastroso; la reacción del banquillo, con un mal sistema de cambios puede ser decisiva, y no es porque fuera especialmente difícil rotar a ocho jugadores que hay para este partido (ocho sobre quince fichas no es lo más apropiado en una fase de ascenso, desde luego); y tratar de resolver nuestros problemas ofensivos a base de 'bastonazos, sin ton ni son', no es lo más adecuado tampoco. Porque los problemas en ataque no son realmente los que el equipo contrario nos crea, cuya defensa prácticamente no mejora un ápice respecto a la primera parte, sino los que nosotros mismos nos echamos encima. Nos 'olvidamos' de las jugadas, desde el banquillo se olvida cierto sistema que nos podía dar buenos resultados hoy, y confundimos lo que es correr con la precipitación, que provoca que el tempo del partido lo perdamos en favor del equipo local. En resumen, durante los dos últimos cuartos nos dedicamos a 'tirar' todo lo hecho hasta el descanso, y 'regalamos' el partido al equipo local, que con unos pírricos 45 puntos consigue la victoria.
Hoy es día para marcharse muy cabreado de este campo. Nuestro descontrol del partido, desde el banquillo, y dentro del campo, nos ha hundido.
 

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