jueves, 29 de mayo de 2014

Diálogos arbitrales (4)

- El conciliador: ya, ya, pero eso de que una misma falta sea sancionable en una circunstancia y no lo sea en otra no se suele entender.
- El serio:  ya, ya, pero es que mientras lo entiendas tú ya vale. A ver si hay que explicarles a los jugadores cómo se arbitra. Mira, ya que hablamos de parque, el otro día me protestaba uno que le echaban fuera de la zona a empujones. Yo alucinaba, cómo va a ser falta que te empujen cuando tú le sacas un montón de kilos de diferencia al defensor. Vamos que hay contacto pero no tiene desventaja así que no se pita eso. ¿Ves que buen ejemplo te he puesto?
- El conciliador: no estoy de acuerdo con eso, porque eso sólo sirve para que nosotros como árbitros igualemos a dos jugadores, que en una situación real no son iguales. Así permitiste que sacara el defensor una ventaja de lo que hacía. ¿Y si atacante y defensor tuvieran parecido peso pero el atacante fuera mucho más rápido, un base por ejemplo, y el defensor contacta con cualquier parte del cuerpo, no sé, la rodilla por ejemplo para pararlo, ahí sí sería falta, ¿no?
- El serio: hombre ahí sí...
- El conciliador: ah, vale, pues en el partido que arbitraste el otro día no las sancionabas.
- El intocable: si no pitó esas faltas tendrá sus razones, así que deja de dar la vara, y dedícate a arbitrar mejor y a apoyarnos, no a criticarnos como estás haciendo.
- El conciliador: yo lo único que os digo es que no estoy de acuerdo con vuestra actitud. Se puede ser mejor o peor árbitro, igual que mejor o peor jugador, o entrenador, pero la actitud tendría que ser de respeto, que vean que no somos sus enemigos, que no arbitramos para putearles, que queremos que el baloncesto mejore, y desde nuestro colectivo podemos hacerlo. ¿Que hay peña que protesta, que no sabe comportarse? Desde luego, y no se les debe permitir todo, pero sólo desde el respeto cumpliremos nuestra parte, y entonces ellos tendrán que hacer lo mismo, pero cuanto menos nosotros podremos tener la tranquilidad de haber cumplido, de verdad.
- El serio: ¿y qué quieres decir con respetarles, acaso no lo hacemos o qué, qué pasa, que acaso les insultamos, les pegamos, o qué quieres decir?
- El conciliador: lo que digo es que nos esforcemos en arbitrar bien ya sea el partido de 1ª, de 2ª, o de la más baja categoría de cadetes. Que transmitamos la imagen de que nos importan todos igual, y que lo hagamos, que lo intentemos como poco, hasta el final del partido, que no desconectemos en cuanto creamos que el partido está ganado por alguien. Y que no tengamos la predisposición para señalar técnicas como muestras de poder, si no que busquemos otras soluciones, diálogo por ejemplo, para calmar ánimos. Que cultivemos la empatía. Ah, y que si no tenemos la condición física necesaria para arbitrar un montón de partidos cada fin de semana, seamos honrados con nosotros mismos, e intentemos arbitrar de acuerdo a nuestras capacidades, que para eso cobramos un dinero por arbitrar.
- El intocable: ya estás tú también con el tema del dinero, de que cobramos y tal...
- El conciliador: ah, ¿es que no cobramos o qué? ¿Y eso nos exime de críticas, de autocríticas, de cultivar la empatía, el respeto, la condición física...?
- El serio: todo este discurso también se lo podrías transmitir a ellos.
- El conciliador: y así suelo hacerlo cuando arbitro, porque también soy entrenador y jugador, y eso, al menos a mí, me ha servido para respetar a todos por igual.


Nota del autor: Por supuesto, todos estos diálogos son ficticios, tanto en tiempos como en situaciones, al igual que, se supone, la animadversión de alguno de los personajes hacia nuestro equipo. Además, por descontado, las palabras pronunciadas no fueron estas.
Eso sí, gran parte de los contenidos de estos diálogos están basados, por desgracia, en hechos reales.
 

Diálogos arbitrales (3)

- El intocable: totalmente de acuerdo. Vergonzosa tu actitud, que ya me he enterado lo que sueles hacer en los partidos.
- El conciliador: ¿a qué te refieres?
- El intocable: sí, sí, no te hagas el tonto, que me han contado que nunca cuentas las faltas de los dos equipos para igualarlas y poder alegar a posteriori que has sido equitativo en tus sanciones. Bueno, y que dialogas con los jugadores; ¿nos puedes explicar para qué? Sin contar con que avisas a los dos equipos antes de una sanción por tocar el balón tras saque de fondo, y que lo haces en voz alta para que te oigan. Vamos, lamentable.
- El conciliador: lamento que te moleste, pero creo que es la actitud adecuada. Desde luego no estoy de acuerdo con algunos, tú mismo sin ir más lejos, que cuando ve gasolina en un campo echas una cerilla, para demostrar tu autoridad...
- El intocable: no sé a qué te refieres, pero me indigna tu actitud. Parece que estás de parte de los jugadores. Si quieres jugar juega pero no seas árbitro, que no quiero tener ovejas negras en nuestro colectivo.
- El conciliador: y entonces, según tú, ¿qué tendría que hacer?
- El intocable: no sé si merece la pena que te lo explique, porque no te veo facultades para ser como (maduro) y yo, pero bueno haré un esfuerzo. Primero, debes aprender a ser más humilde. También, demostrar siempre tu autoridad. Dialogar lo justo, y si es nada pues no importa, porque piensa que habrá gente que tratará de convencerte dialécticamente, y como no seas bueno en eso podrías dudar de tus decisiones, y eso no debes hacerlo nunca. ¿Has oído? Jamás debes dudar. Si te has equivocado, pues así se queda, qué hostias, que los jugadores también se equivocan y mucho, pero se creen que son la hostia. Y cuando uno te proteste debes anticiparte a las situaciones y no perderle de vista, por si te protesta más.
- El maduro: sí, como hice yo el otro día a los de parque, que uno me protestó y le seguí mirando a ver si me decía algo más.
- El conciliador: ¿y te volvió a protestar?
- El maduro: no, pero podría haberlo hecho.
- El intocable: ¿no ves? Bueno, otro tema es que pites faltas al principio para que no se te vaya de madre el partido.
- El conciliador: pues tú no sueles hacer eso.
- El intocable: te equivocas, sí lo hago. Pero eso sí, si los equipos deciden seguir pegándose que lo hagan, que eso ya no es nuestro problema.
- El conciliador: ¿pero si se cometen muchas faltas y no se señalan no se estará creando un aumento de agresividad que puede desembocar en algo que ya no es deporte?
- El intocable: a ver, ¿qué pregunta es esa? ¿Y también me vas a decir que cuando un equipo gana de ocho mil y el que pierde se dedica a dar hostias hay que sancionarlas? ¿Qué quieres tirarte una eternidad en cada partido?
- El conciliador: pero si son faltas, ¿no lo son igual en el minuto uno que en cualquier otro?
- El intocable: se pita lo que es necesario. Igual que los pasos, igual que todo. Si hay ventaja es, si no hay ventaja no es. ¿que todavía no sabes eso o qué?
 

Diálogos arbitrales (2)

- El maduro: ¿Los de parque otra vez? Vaya designación de mis narices. Vaya fin de semana voy a pasar.
- El conciliador: ¿y qué partidos tienes más?
- El maduro: bueno pues éste contra éste, el otro contra aquel... (se omiten los nombres de los equipos)...
- El conciliador: pues vaya faena sí, que esos sí que dan palos, y encima en el mismo partido... Vamos que pueden acabar a hostias si les dejas...
- El maduro: ¿pero qué dices? si esos me dan igual, lo que me molesta es que me ha tocado parque.
- El conciliador: hombre pero los de parque te pueden protestar pero es que los otros directamente se sacuden...
- El maduro: ¿y? pues que se den lo que quieran, a mí qué. Lo que me molesta es que me protesten.
- El conciliador: pero a ver, si nuestra misión es que no se pasen el reglamento por ahí, y si se pegan en el campo no lo hacemos bien, ¿no?
- El maduro: a ver, yo no sé cuánto tiempo llevas arbitrando pero se te va la olla, ¿eh?, nosotros no somos policías, que hagan lo que quieran, pero eso sí, la autoridad no debemos perderla nunca. Mira yo hace poco les hice informe precisamente a los de parque porque llevaban unos números en las camisetas..., y unos equipajes, que vamos, qué se creerán.
- El conciliador: ¿otro informe?
- El maduro: y los que hagan falta. Los equipos deben saber la importancia que tiene la uniformidad en los partidos, a ver si perdemos las formas en este deporte...
- El intocable: di que sí, que si no mantenemos las formas qué va a ser de este juego. Las reglas son muy claras, así que bien hecho.
- El maduro: Gracias (al intocable). Además el listo del entrenador me venía con el rollo de que los números de las camisetas estaban permitidos. Vamos lo que me faltaba, un listillo que me diga a mí lo que la federación permite o no.
- El conciliador: pero es que son números que la federación permite. Y además si nos ponemos muy estrictos también tendríamos nosotros que cumplir ciertos aspectos, como el de la puntualidad...
- El maduro: sí hombre que los culpables somos nosotros. Parece mentira que seas árbitro para decir eso. Esa no es manera de apoyarnos, de ser un grupo unido. Me parece una falta de respeto hacia tus compañeros que en nada contribuye además a mejorar la idiosincrasia y el buen hacer del árbitro de baloncesto...
 

Diálogos arbitrales (1)

Hace muchos años, en una cancha no muy lejana...
- ¿Qué tal te ha ido el partido?
- El tranquilo: bueno pues me ha tocado arbitrar a los de parque, o sea que protestando todo el rato.
- Sí, sí, esos es que son unos pesados...
- El tranquilo: ya, ya sé, si es que encima se quejaban de que los de casa dan cera y bla, bla, bla.
- Pero qué pasa, ¿es que no sabían que los de freire dan palos todo el partido? Pero si lo sabemos nosotros...
- El tranquilo: ya, si lo sabe todo el mundo que esos dan palos pero encima los de parque protestan, son muy pesados. Fíjate que les daban golpes con cualquier parte del cuerpo a los codos de los de freire y todavía me protestaban, pero qué desfachatez...
 
En la actualidad, en lugares no muy lejanos...
- El tranquilo: ¿Qué te toca para este finde?
- El simpático: Buf, a los de parque. O sea, que me toca protestas...
- El tranquilo: ya te digo, yo les arbitré el otro día y les pité una técnica.
- El simpático: ¿ah sí?, ¿por qué?
- El tranquilo: por listos, porque no van y me protestan desde el banquillo...
- El simpático: ¿Qué te dijeron pues?
- El tranquilo: pues no sé pero fijo que me estaban diciendo algo, si es que no paran de protestar...
- El conciliador: bueno tanto no protestan, ¿eh?, que yo les he arbitrado varias veces y no me ha parecido para tanto.
- El tranquilo: pues a mí algo me dijeron fijo.
- El intocable: sí eso es verdad que los de parque no saben más que protestar. ¿Te puedes creer que un día me protestaron en un partido? A mí, protestarme a mí, esto es lo que faltaba. Se quejaban de no sé qué de que les estaban dando muchos palos y no sé qué rollos.
- El conciliador: y entonces, ¿qué hiciste, controlaste el tema de las faltas?
- El intocable: pero a ver, ¿tú de parte de quién estás? Pues que faltas ni hostias, empecé a pitar técnicas y ahí se les acabó la tontería a los de parque. Sobre todo a uno que me venía enseñando arañazos en los brazos y que si estaba sangrando y gaitas. A ese le pité una técnica pero ipso facto, y se calló de la misma.
- El tranquilo: eso, eso, así hay que hacerlo que si no estos se te suben a las barbas en seguida...
 

domingo, 11 de mayo de 2014

El cuarto de la fe

Gaztelueta 74  Parque Bilbao 50
Partido intrascendente en cuanto a clasificación. Únicamente nos puede servir para demostrar a los locales que no son tan superiores a nosotros. Y así será durante un buen rato...
Comienza el calentamiento sin tensión, es difícil tenerla en un día como hoy.


Comenzamos con una defensa que les atasca bastante. Pero esto no es suficiente puesto que nuestro ataque es paupérrimo. Y aunque lo mejoramos en el segundo cuarto, también encajamos más puntos, sobre todo por mor de una cantidad de pérdidas incomprensible. Son regalos que el equipo local aprovecha, y de esta manera llegamos al descanso perdiendo de 13.
Tengo la sensación de que nos falta mucho por dar todavía, y no hemos empleado una defensa que nos podría dar resultado hoy. He tardado mucho en ponerla en práctica, pero más vale tarde que nunca, así que empezamos el tercer cuarto con esta alternativa defensiva, y el resultado no puede ser más espectacular.
El 0-20 con el que sorprendemos a Gaztelueta tras el descanso, dejándoles 6 minutos sin anotar, es uno de los esfuerzos defensivos más importantes de la temporada, y acompañado también de un gran acierto en ataque, supone quizá el cuarto más excelso de estos últimos meses. Este tercer período es un claro ejemplo de la intensidad, de las ganas que este equipo ha puesto en tantos partidos de esta temporada que acaba.

Lástima que tras este subidón de juego, tras esta demostración a todo el equipo local, nuestro bajón sobre todo físico fuera tan pronunciado, y que bajáramos los brazos de una forma tan sonrojante, perdiendo finalmente por una diferencia muy abultada que nuestros esfuerzos previos no se merecían.
Acabamos así la temporada, el último partido oficial comienza como el primero, con derrota. Pero para relajar un poco la pena, al partido le seguirá una merendola por los alrededores.

 

sábado, 10 de mayo de 2014

Las peores defensas

Parque Bilbao 67  Gordexola S.T. 83
Partido entre los dos equipos que más puntos encajan en esta fase de ascenso. La diferencia es que el equipo visitante también mete puntos, y por ello su clasificación es considerablemente mejor.
Hoy sí nos tocará anotar, y lo haremos precisamente por las facilidades del rival, aunque desde luego también pondremos de nuestra parte, atacando más el aro. Ellos nos meterán una barbaridad de puntos, por mor de que nuestra defensa no parece no ya la adecuada, sino que por momentos ni existe. Nos falta intensidad y tampoco ayudan los cambios defensivos, que no son los adecuados a las circunstancias. Falta agilidad mental desde el banquillo para corregir nuestros errores, y mala sangre en el campo para no permitir que el equipo visitante se infle a meternos puntos. Especialmente frustrante es ver cómo los jugadores que preveíamos nos meten los puntos de la forma en que sospechábamos. Y ya el colmo es que haya esta vez un quinto jugador visitante que anote, y que lo haga de hecho con gran facilidad.
 
Nuestro tercer cuarto me desespera, porque los 16 puntos en contra en estos minutos son decisivos, y porque se me antoja que el equipo visitante no es tan superior a nosotros. Es una lástima que no hayamos podido competir todo el partido contra uno de los rivales, en mi opinión, más asequibles del grupo. Nuestros errores los pagamos con el partido, y con un 7º puesto sobre 8 equipos, que posiblemente sea merecido.
 

domingo, 4 de mayo de 2014

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (7)

También le ha dado tiempo a vivir otra etapa...


Hoy Manu cumple 400 partidos, y como en el 300 contra Zamudio, también con derrota. No hemos podido ganar a Txiki en casa. Pero lo más importante no es la cifra, el número ostentoso, sino haber compartido con él y con tanta gente momentos para recordar. Este pequeño homenaje a Manu lo ha sido también y paralelamente a todos aquellos que han conformado la historia del club, a todos los que hemos compartido y espero sigamos compartiendo las enseñanzas dentro y fuera de la cancha de nuestro actual capitán, entrenador, tesorero...
Por todo esto, Felicidades Manu, Felicidades Parque
 
 
 
 

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (6)

Comienza una nueva etapa en el club, que contará con dos equipos por primera vez. Ello significará la llegada de nueva gente, y por ende redoblará las experiencias, las situaciones diversas, las vivencias en definitiva en este nuevo Parque. Será un cambio positivo, agradable y que en el caso de Manu le supondrá más esfuerzo, más partidos, más cuentas, e incluso un récord de anotación que de momento se mantiene. Mas todas estas historias ya aparecen reflejadas en otras ediciones de este blog extraoficial de Parque Bilbao.

 
 
 

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (5)

Disfrutamos de varios años consecutivos de buenos resultados, aunque insuficientes para el ascenso. Nos quedábamos a las puertas de meternos en la fase de ascenso una y otra vez, y eso suponía cierta frustración, aunque con la perspectiva del tiempo, deportivamente demostramos que también podíamos competir, que no éramos tan malos.
En su octava temporada, tras la marcha de Jose y Patxi, Manu pasó a ser asiduo capitán. Y también se metió a tesorero, lo que fue un gran avance en el desarrollo del club. Esas hojas de Excel con las cuentas, cada vez más sofisticadas, y su continua chapa para que la gente pagase se ha convertido en un clásico también.
 
En su novena temporada, cumple 200 partidos contra Bermeo, pero los 25 puntos (casi la mitad del equipo) son insuficientes para ganar. Sigue la maldición de no ganar cuando se conmemora algo. Para entonces ya metía triples, lo que sorprendía no porque tirara mal, sino porque jugaba de pívot y no se prodigaba en ese lanzamiento.
 
 
Y llega por fin el ascenso. Aquella temporada es en la que menos puntos recibimos de media, y una de las que más anotamos. Son varios los que tienen buenas medias de anotación, y en especial el trío Iker-Manu-Iñigo que tan importante acaba resultando. Sintomático del nivel que presentamos esa temporada es que Manu, con su mejor porcentaje de tiros libres y uno de los más altos en puntos no sea el mejor en esas facetas, que coparán Iñigo e Iker respectivamente.
 
 

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (4)

O sea, me refería a este paso...


Por fin Yolanda y Manu se casan, tras muuuchos años. Y tuvimos la suerte de participar de esos momentos, aunque quizá los encargados de la bebida en el convite no pensaran igual.


Feo fuerte y formal
 

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (3)

Este tío ha podido jugar en otros equipos de más entidad deportiva, al igual que le sucede a unos cuantos de los jugadores con los que hemos contado, y contamos aún, y sin embargo hemos tenido la suerte de que siguiera con nosotros. Es una gozada que así sea. Porque aunque no haya sido excepcional en nada (o al menos así me lo comentaba un entrenador rival), jugando ha sido el más listo en casi todo.
Un alero que ha jugado tantos años en Parque de pívot, y con muy buenos resultados. Que ha tenido que sufrir muchos contactos en la zona pero que ha vuelto loco a tantos y tantos pívot contrarios.

En la quinta temporada cumplió su partido 100, contra Garamendi, que como en su debut acabó con derrota. Los 14 puntos no fueron suficientes ese día. Estábamos envueltos en una época que se prolongó varias temporadas, de sequía de victorias. Pero Manu seguía mejorando, y aunque no había apenas estadísticas que lo certificaran, su porcentaje de tiros libres seguía in crescendo.
Cada vez tenía más protagonismo en ataque, y como muestra, la exhibición que nos ofreció acabando la siguiente temporada, contra Águilas, anotando 35 puntos, con 13 canastas de dos, que suponía casi la mitad de los puntos de todo el equipo.
Y en la siguiente temporada, la del 10º aniversario del club, Manu ya era el que más anotaba. Y no conformándose con esto, decidió dar un paso más...

 

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (2)

Aquella primera temporada jugó 15 partidos con nosotros. Le han seguido muchos más, se ha convertido en un clásico en el club, y su papel como no podía ser de otra manera, pasó de jugador, a capitán, parte de la directiva, tesorero... Su importancia, no sólo deportivamente, sino fuera del campo ha sido tan importante que ha contribuido decisivamente a que el club siga en pie durante tantos años.

En su segunda temporada ya empezó a sumar récord del club, ya comenzó a dejar huella. Pero todo esto no debía sorprender. Lo que sí era más sorprendente es que tuviéramos más, bastantes más derrotas que victorias año tras año. Y no era porque no tuviéramos jugadores de un cierto nivel.
Desde aquella temporada, y hasta las cuatro siguientes no dejó de salir desde el inicio en los partidos. Unos 78 partidos consecutivamente de titular, que sólo el veterano Jose supera con 84. 
Y en la tercera temporada, vivió con nosotros el primer ascenso deportivo, mejoró su contribución en puntos y su porcentaje de tiros libres, y fue uno de aquellos que ganaron al siglo XXI. Su calidad y la de los que allí estuvieron pudo más que el físico y las condiciones estructurales con las que contaba aquel equipo-proyecto federativo que se encontró con algo que no esperaba, que unos veteranos les 'enseñaran' cómo jugar a baloncesto.
 
 
 After all these years
 

La extraña y afortunada decisión de Txurdinaga (1)

Hace años, un porrón de años, llegó Manu a Parque Bilbao...
Integrante de aquellas patxangas en Jesuitas, como atestigua la foto, no me imaginaba ni por asomo que un día se convertiría en parte de un proyecto baloncestístico que se prolongaría en el tiempo, y que aún sigue vigente, llamado Club de Amigos Parque Bilbao.
  
 
Cuando el club nació, Manu ya había pasado por el instituto central, y había estado cerca de ser fichado por otro club vizcaíno. Sin embargo, por suerte para nosotros, no tuvieron la inteligencia de aceptarlo en aquel grupo, y Asier, amigo de muchos años, le 'reclutó' para Parque. Aquel momento fue para mí sorprendente, a la vez que gratificante. Gratificante, porque contar en el equipo con un tío de la calidad de Manu nos venía ciertamente bien, y sorprendente, porque no esperaba que formara alguna vez parte de nuestro club. Así que me pilló un poco a pie cambiado, y de golpe me encontraba con una responsabilidad extra como entrenador, en lo que ya andaba metido. Responsabilidad que por otra parte ya había notado anteriormente, y la seguiría 'padeciendo' en el futuro cada vez que entraba en el club un nuevo jugador de calidad; y no fueron pocos precisamente.
 
Su primer partido, el último que jugamos en el siglo XX, uno aplazado contra Freirenorth, recordado sobre todo por los palos que se daban en el equipo local. Y cuya crónica que escribí entonces, decía lo siguiente: "El debut de Manu y la marrullería de Freire". "Partido aplazado en su momento, a consecuencia de las bajas producidas tras el enfrentamiento contra Garamendi. Mal partido en cuanto a juego, pero peor aún en cuanto a arbitraje. Los árbitros se "lucieron" (sobre todo Gudiño), permitiendo la excesiva dureza del juego del equipo contrario, y sin embargo señalando 4 técnicas y la descalificante a Mikel, por poca cosa. En este partido debuta Manu Vizán, y F.J. Gavilán anuncia su posible dimisión (¡la primera de ellas!)".
En aquel primer partido salió desde el banquillo para anotar 5 puntos. Muchas cosas cambiaron desde entonces, los minutos aumentaron, y su aportación en seguida se notó.
 
 

Certificado de impotencia (2)

Parque Bilbao 51  Txiki Bilvending 61
Hoy nos jugamos algo, puede que mucho. Realmente ya estamos descendidos matemáticamente, pero si ganamos los dos partidos que nos quedan, podemos quedar 4º por la cola, lo que posiblemente a posteriori signifique salvar la categoría. Mas parece que algunos no saben de la importancia de este partido, o simplemente les resulta indiferente. Así que afrontamos el encuentro con siete jugadores de inicio, uniéndose al descanso Unai, que hace el esfuerzo por llegar.
Un partido en el que la idea clave es imponer un alto ritmo de juego, desde la defensa hasta el ataque, lo afrontamos con muy poca gente para ponerla en práctica. Es una pena, pero aún así creo que ganaremos, porque simplemente el equipo contrario se me antoja que no es mejor que nosotros, si les defendemos, por fin, como es debido.
Y lo hacemos a ratos, pero los despistes defensivos, y la calidad de los jugadores visitantes, provocan que en la primera parte el mismo jugador exterior nos meta un montón de puntos, y que el pívot que tiene Txiki, al que ya durante el primer cuarto se le veía 'asfixiado', nos cree muchísimos problemas sobre todo en el último cuarto, que es cuando teóricamente su condición física podría ser peor. Y esto dice poco de nuestra defensa, pero también de las rotaciones que hago, o más bien que no hago durante este último período. Mis despropósitos a este respecto son muy importantes en el resultado final.
 
Es impotencia lo que noto al acabar el partido. Impotencia por no haber solucionado lo que se encontraba tan cerca del sentido común, los cambios defensivos no realizados, el mal ataque no controlado y subsanado, y la poca habilidad para ver dónde se encontraban nuestras ventajas tácticas en la ofensiva, donde podíamos haber creado muchos problemas a los visitantes.
Con las soluciones tan claras, la impotencia llega por enésima vez, por lo que se podía haber hecho y no se hizo. Y más en este día, con lo que se celebra...
 

Certificado de impotencia (1)

Galdakao S.B.T. 72  Parque Bilbao 37
Dos partidos en el mismo día, con dos objetivos muy diferentes, con un enfoque didáctico muy diferente, con una presión respecto al resultado muy diferente, y sin embargo, tristemente, con un resultado prácticamente idéntico:  certificado de impotencia como entrenador, es decir, nulidad para mejorar a unos equipos que pueden hacerlo mejor. No hay excusas, y sí que podrían buscarse, y en seguida las encontraríamos.
Por la mañana, comenzamos de inicio con una defensa que si bien no me parecía la óptima para ganar, sí la más didáctica para mejorar dada nuestra clasificación. Mas las ganas y la concentración con la que comenzamos a defender, y también a atacar, nos hacen perder el primer cuarto por 23-8. Así que muy pronto el partido está perdido. Con este equipo de 2ª ya ni competimos. Y en ataque, prácticamente ni atacamos. Desesperante es que ante una defensa zonal con un 'agujero' evidente nos empeñemos en atacar 'en dos pases', y sólo por el lado más defendido; y además sin una competencia evidente en el tiro no hacemos juego de equipo. Así casi todo el partido.
Mientras todo esto va sucediendo, siento impotencia. Por no ser capaz de que se entienden y se ejecuten en el campo las pocas y concretas instrucciones que voy dando. Se me antoja que no somos casi 40 puntos peores que el equipo local, como llegamos a tener en contra en algún momento.
Iñigo que tiene una gran contribución ofensiva sin embargo está bastantes minutos sin jugar. Reservo a cierta gente para el partido de la tarde, y también en eso me equivoco, viendo lo que sucederá en el siguiente partido.
 
Somos una vez más 'blanditos' defensivamente, lo que facilita un arbitraje que, pese a ello, es muy malo. Las decisiones de este árbitro no parecen seguir criterio alguno, las antideportivas son o no son según le va bien, las faltas lo mismo, aunque finalmente las faltas ya ni son. Y a pesar de su calamitoso arbitraje, se siente molesto porque uno de nuestros jugadores tenga el número 91. Hace un informe por la uniformidad de nuestro equipaje. Pero y aún a pesar de nuestra culpa en ese sentido, lo más curioso es que este tipo no pueda o no quiera arbitrar bien (como por ejemplo tocar el balón en los saques de banda como marca el reglamento) y se preocupe del número de nuestras camisetas. Es la segunda multa a que nos vemos abocados por obra y gracia de este tipo. La anterior, en Trápaga hace unos años, de infausto recuerdo. Lamentable.