- El intocable: totalmente de acuerdo. Vergonzosa tu actitud, que ya me he enterado lo que sueles hacer en los partidos.
- El conciliador: ¿a qué te refieres?
- El intocable: sí, sí, no te hagas el tonto, que me han contado que nunca cuentas las faltas de los dos equipos para igualarlas y poder alegar a posteriori que has sido equitativo en tus sanciones. Bueno, y que dialogas con los jugadores; ¿nos puedes explicar para qué? Sin contar con que avisas a los dos equipos antes de una sanción por tocar el balón tras saque de fondo, y que lo haces en voz alta para que te oigan. Vamos, lamentable.
- El conciliador: lamento que te moleste, pero creo que es la actitud adecuada. Desde luego no estoy de acuerdo con algunos, tú mismo sin ir más lejos, que cuando ve gasolina en un campo echas una cerilla, para demostrar tu autoridad...
- El intocable: no sé a qué te refieres, pero me indigna tu actitud. Parece que estás de parte de los jugadores. Si quieres jugar juega pero no seas árbitro, que no quiero tener ovejas negras en nuestro colectivo.
- El conciliador: y entonces, según tú, ¿qué tendría que hacer?
- El intocable: no sé si merece la pena que te lo explique, porque no te veo facultades para ser como (maduro) y yo, pero bueno haré un esfuerzo. Primero, debes aprender a ser más humilde. También, demostrar siempre tu autoridad. Dialogar lo justo, y si es nada pues no importa, porque piensa que habrá gente que tratará de convencerte dialécticamente, y como no seas bueno en eso podrías dudar de tus decisiones, y eso no debes hacerlo nunca. ¿Has oído? Jamás debes dudar. Si te has equivocado, pues así se queda, qué hostias, que los jugadores también se equivocan y mucho, pero se creen que son la hostia. Y cuando uno te proteste debes anticiparte a las situaciones y no perderle de vista, por si te protesta más.
- El maduro: sí, como hice yo el otro día a los de parque, que uno me protestó y le seguí mirando a ver si me decía algo más.
- El conciliador: ¿y te volvió a protestar?
- El maduro: no, pero podría haberlo hecho.
- El intocable: ¿no ves? Bueno, otro tema es que pites faltas al principio para que no se te vaya de madre el partido.
- El intocable: ¿no ves? Bueno, otro tema es que pites faltas al principio para que no se te vaya de madre el partido.
- El conciliador: pues tú no sueles hacer eso.
- El intocable: te equivocas, sí lo hago. Pero eso sí, si los equipos deciden seguir pegándose que lo hagan, que eso ya no es nuestro problema.
- El conciliador: ¿pero si se cometen muchas faltas y no se señalan no se estará creando un aumento de agresividad que puede desembocar en algo que ya no es deporte?
- El intocable: a ver, ¿qué pregunta es esa? ¿Y también me vas a decir que cuando un equipo gana de ocho mil y el que pierde se dedica a dar hostias hay que sancionarlas? ¿Qué quieres tirarte una eternidad en cada partido?
- El conciliador: pero si son faltas, ¿no lo son igual en el minuto uno que en cualquier otro?
- El intocable: se pita lo que es necesario. Igual que los pasos, igual que todo. Si hay ventaja es, si no hay ventaja no es. ¿que todavía no sabes eso o qué?
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