Llega el primer minuto de partido, ninguna canasta. Se cumple el segundo minuto, seguimos sin anotar. Y se esfuma el tercero, y tampoco. Y así van pasando los minutos, y no es hasta el séptimo en que conseguimos nuestro primer punto, en tiro libre. Aunque el equipo local tampoco ha andado muy sobrado, ese 10-0 de parcial acabará siendo muy importante. Al descanso perdemos de 14, con una pírrica anotación.
Al volver al juego, también vuelve nuestro ataque, y aunque acabamos perdiendo el parcial del tercer cuarto, competimos más. No obstante, al comienzo del último período perdemos de 20 (la máxima diferencia en contra)... A partir de ahí, los 8 minutos siguientes el ritmo es otro, nuestro ataque suma muchos puntos, y el equipo local comprueba que su cómoda victoria ya no lo es tanto. Mas nos falta tiempo, unos minutos más para remontar de verdad; quizá los minutos que nos sobraron en el primer cuarto.
Lo mejor, esa casi remontada; lo peor, los pies de Patxi, otra vez lesionados, y el muy mal porcentaje de tiros libres (claro que el del equipo local fue irrisorio).
Lo mejor, esa casi remontada; lo peor, los pies de Patxi, otra vez lesionados, y el muy mal porcentaje de tiros libres (claro que el del equipo local fue irrisorio).
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