Sin embargo esta temporada será nuevamente diferente. Cuatro años después del último ascenso volveremos a subir de categoría, y de manera menos 'silenciosa' esta vez.
En el último suspiro finalmente podemos contar de nuevo con un segundo equipo, y esto hará concebir esperanzas de un Parque Bilbao mejor y más sólido deportivamente. Mas a esas alturas mis ilusiones, mis convicciones de que esto sucediera realmente estaban un tanto difusas, por lo que tuve que buscar nuevas esperanzas que me impulsaran, o quizá reinventarlas...
Finalmente descubro el error que llevaba tiempo nublando mi percepción del entorno. Siempre se trató de buscar objetivos al final de los caminos de Parque, de encontrar los óptimos y de cumplirlos. Gran error que me provocó muchas frustraciones, porque el verdadero objetivo, la auténtica esencia de los caminos recorridos siempre fue el propio camino. La gente que ha formado parte del club este año me lo ha enseñado.
Ellos han conformado un gran grupo, uno de los más implicados con los que hemos contado en Parque, ellos han convertido en habituales las antiguas tradiciones festeras del club, y de ellos he aprendido que las esperanzas no hay porqué reinventarlas, sino simplemente descubrirlas. Ellos me han mostrado la última esperanza...
Gila