También a un servidor le fueron entregadas botellas de vino. Un obsequio de la peña del equipo, que espera una buena ocasión para descorcharlas con el equipo.
Y hubo un homenaje muy especial para varias madres. Un recuerdo especial, como hacemos cada año, a María Teresa, la amama de Iban y Unai. Y también hubo un recuerdo para la madre de Ivan, que durante esta temporada nos dejó. Junto a ella en su boda, junto a ella en todo momento, cuidándola, atendiéndola, Ivan me ha enseñado nuevamente su calidad humana, su calidad de hijo. Todo lo que pueda escribir sobre este tío será injustamente escaso. Este pequeño homenaje, muy, muy merecido.
Ésta fue una temporada en la que ha sonado alrededor la palabra cáncer con demasiada frecuencia. Los casos descubiertos en estos meses han coaccionado la alegría de este club, y me han recordado lo que es ver de cerca esa enfermedad. Mas confío en la lucha de estas madres (las madres ya de por sí suelen ser luchadoras) para, como dice Iker, vencer definitivamente a los malos.
Todos los que lucháis para que esto sea posible, o los que habéis dudado de su cariño, o los que os habéis solidificado con un escudo de orgullo, o a los que simplemente os ha parecido cursi o estúpido pronunciar esas palabras, no creo que suponga tanto esfuerzo decirle te quiero...
Querida amiga
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna vez más, en nombre de todos (soy así de osado) y en el propio:
ResponderEliminarGRACIAS GAVI
Que el futuro te devuelva siquiera una pequeña parte de lo que das por otros.