Al salir del pabellón unas bebidas de confraternización con los segovianos, y a la busca de algún lugar para comer. Puesto que en la gastronomía local es famoso el cochinillo, nosotros optamos por repartirnos entre un Burger y un Telepizza. Y en este último, Vindio comenzó un conglomerado de acciones, algunas sorprendentes y otras también, que le encumbraron como uno de los cracks de este fin de semana. La entrada en el 'castillo' infantil del Telepi, ante el estupor de la dependiente, fue la primera de ellas. Claro que después casi todos los compañeros le imitaron...
La tarde fue propicia para siestas, para beber, para música algunos, para ver a Brasil ganar a Chile en los penales, o ver a las españolas ganar a las griegas en volley. También hubo un poco de turismo por la ciudad, y otra visita al Pans para comer unos bocatas antes de entrar en faena; es decir, antes de volver a la fiesta segoviana...
¡Vindio!
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