viernes, 22 de noviembre de 2013

Aroma de perdedores

Patronato Maristas 83  Parque Bilbao 44
Hemos venido al colegio Maristas a perder. De cuánto aún no lo sé, pero el tufillo a perdedores lo he olido antes de entrar al colegio, mucho antes en realidad. A pesar de la lección que nos pudo dar la anterior victoria, hoy venimos a perder.
El partido se aplazó la semana pasada por problemas de salud del entrenador local, y jugamos hoy viernes, con sólo seis jugadores (contra doce de ellos), siendo uno de ellos Unai que tiene problemas físicos, y jugará aún así.
En estas condiciones no creo que sea la mejor ocasión para abroncar a nadie, aunque hay fases del partido en que el espíritu de perdedores se mezcla con la escasa disposición combativa. Y esto es para cabrearse, y mucho. Perder es a lo que hemos venido, a pasearnos, creo que no.
A falta de 3 minutos para acabar el primer cuarto, con 11-9 para los locales, se comienza a romper el partido. Un 11-0 que nos deja en mal lugar, que estimula la pregunta de cómo es posible que seamos segundos en el grupo jugando así. Y aún será peor en los cuartos siguientes.
 
En el segundo cuarto pido el segundo tiempo al poco de comenzar. Me faltaron tiempos para pedir, dado que los pocos que estábamos hoy no permitía rotaciones por el mal juego de la gente. Hoy no era posible, pero me resulta difícil entender cómo los jugadores locales luchan por rebotes debajo del aro y nuestros defensores simplemente les miran. Hay varias instantáneas de partido que son representativas de la mala imagen que da nuestro juego.
No nos atrevemos a jugar hacia canasta cuando la defensa local nos da las suficientes facilidades para ello, no nos atrevemos a botar, los pases son flojos y sin mirar dónde los damos... Son tantísimos errores que ya no sabemos por dónde nos da el aire.
A punto de llegar al descanso, 26 puntos en contra, la máxima hasta entonces. Y en el segundo tiempo aumentará. 11-0 de parcial y superan la treintena de ventaja. Acaba el tercer cuarto y los 40 en contra están a punto de llegar.
 
Finalmente no llegan a ganarnos de 40, aunque están a punto, y eso aún jugando unos cuantos minutos con junior. Nuestra imagen ha sido más que pobre, y al salir de la pequeña cancha de Maristas el tufo a derrota aún se respira, entremezclado con la humedad de la lluvia. La que está cayendo fuera del colegio, y la que nos ha caído dentro.
 

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