Si en el primer cuarto buena parte de nuestros puntos los mete el mismo jugador, con la colaboración del juego de equipo que desarrollamos, en el segundo están más repartidos, llegándole las canastas al equipo visitante desde todas partes, con lo que éstos ya no saben por donde les da el aire. Su defensa poco inteligente, y nuestro ataque que sí lo es, con una colaboración continua de jugadores, que desarrollan un admirable juego colectivo por momentos, y en bastantes momentos, provoca que al descanso ganemos de 17 puntos de diferencia.
Para entonces ya ha comenzado el show del jugador 14 visitante, sus provocaciones, su juego 'sucio' de hace unos años vuelve a la carga. Mas esta vez no les basta, ni tampoco la estupidez de algún 'aficionado' visitante. Me resultan un tanto impresentables estos de Sustraiak, aún hoy.
Tras el descanso nuestra ventaja va aumentando. Mediado el tercer cuarto, llegamos a la máxima hasta entonces, 21 de diferencia. Los puntos siguen llegando desde diferentes frentes, nuestro juego interior y exterior se entremezcla, creando un equilibrio ofensivo difícilmente controlable para los visitantes. Dos jugadores se están hinchando a meter puntos pero es el juego de equipo el que nos está dando la victoria.
6-0, 9-0, se van sucediendo los parciales favorables, y al final del tercer período, 24 de ventaja. No parece que esto se nos vaya a escapar, pero tampoco es menester relajarse, que ya sabemos que los partidos duran 40 minutos y bla, bla, bla.
Desaparecido
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