Un nuevo partido en el que me da la impresión de que el rival no es tan superior como dicta el resultado. Otro encuentro en que tengo la sensación de que no damos todo lo que podemos en defensa, y que ahí está la clave, o una de ellas para una nueva derrota. La otra clave quizá, y una vez más, la mala rotación en los cambios, que también se me antoja calamitosa esta vez. Es decir, los errores continúan partido tras partido, y sin embargo sigo manteniendo la idea de que este equipo de senior 2ª no es inferior a los demás equipos.
La intención, al menos la mía, era defender a tope desde el principio. La realidad, que al final del primer cuarto nos habían metido 25 puntos, algunos de ellos de contraataque, merced también a un mal balance defensivo. Estaba claro que según esa progresión de puntos, o bien metíamos 101 o bien tendríamos que defender mucho más para ganar. Y ni una cosa ni la otra. El segundo cuarto defendimos más, pero tras el descanso encajamos 41 puntos en dos cuartos, y así no es posible ganar partidos.
Una clave añadida en la derrota, además de la temprana lesión de uno de nuestros pívot, el vergonzoso arbitraje, que lo fue no tanto por su aptitud, que siendo un veterano en el mundo arbitral ya se le presupone, sino por su actitud de pasotismo ante las faltas continuas del equipo local. Faltas en los rebotes, en la zona, o incluso en la protección de balón en dribling. Faltas que ve quien pretende arbitrar, y que este árbitro no señalaba quizá por eso precisamente, porque hoy no demostró mucho interés en ser árbitro de baloncesto. Aunque peor aún es comprobar que nos ha arbitrado alguna vez más esta temporada, en la que tampoco tuvo especial interés en arbitrar.
Aún siendo el arbitraje factor contaminante en el partido, no fue desde luego quién decidió el vencedor. Fue nuestra incapacidad defensiva, y mi incapacidad desde el banquillo nuevamente quienes nos empeñamos en perder otro partido más.
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