Jugamos contra otro rival asequible, que lo suele ser más fuera de casa que en su cancha descubierta de Salesianos. Aún así, no parece empresa fácil culminar esta semana con la tercera victoria consecutiva en primera.
Nuestro tiempo de calentamiento no se me antoja el más apropiado. Parece el contrario un equipo más 'formal' que el nuestro, pero sólo es la apariencia.
El partido comienza con canasta contraria, en cinco minutos sólo metemos una canasta. No hemos arrancado mas Águilas tampoco está especialmente lúcido, y el resultado de 2-8 no nos pone nerviosos.
Entramos en el último minuto del primer período y sólo hemos metido dos canastas, y la diferencia ha aumentado, perdemos 4-14. Creo que hemos regalado algunas canastas, y por ello no estoy nada contento. Pero seguimos sin ponernos nerviosos, pienso que podemos ganar, no hay que hundirse tan pronto, no después de las dos victorias anteriores. Queda muy poco y justo dentro del tiempo Ibon recibe, tira y mete un triple sobre la bocina. A pesar de todo, sólo siete abajo, así que hoy no vamos a perder.
En el comienzo del segundo cuarto los puntos se suceden con cuentagotas. Volvemos a estar 10 abajo. Y de pronto, ponemos una marcha más y un 7-0 nos acerca. Aunque dos triples del mismo jugador salesiano nos aleja. Un ajuste defensivo, y dos canastas de Manu nos vuelven a acercar. En esas estamos, 'haciendo la goma', cuando llega el último minuto. Ahí el entrenador visitante pide tiempo muerto con escasos segundos por jugar, y esta vez sí, hacemos lo preceptivo para no encajar una canasta en tan escaso tiempo, que nos deje cara de tontos.
Finalmente llegamos al descanso, y aunque no hemos dominado el partido, tampoco estamos tan lejos; 5 puntos no es nada.
Eye of the tiger
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