Tras el descanso llega el bloqueo en ataque. El campo es y lo hacemos más pequeño, las iniciativas ofensivas son escasas o mal seleccionadas, y a ello le acompaña una defensa que comienza a hacer aguas, porque los puntos ya nos llegan desde diferentes lugares.
Un parcial de 10-0 al poco de iniciado el tercer cuarto nos complica el partido. Y acabando el período, nos empatan. Para entonces yo estoy a punto de pedir la hora al árbitro, que esto se acabe ya, porque nuestra sangría defensiva ya está siendo plausible, y nuestra producción en ataque llega con cuentagotas. A este respecto, ya no son nuestros jugadores básicos de la primera parte los que anotan sino otros, que contribuyen con sus puntos a que el parcial local no sea aún más hiriente. Y por parte local ya anotan los cuatro jugadores que se repartirán todos los puntos de Gordexola, porque son únicamente cuatro los que nos meten los 69 puntos, con lo que no tendría que ser tan difícil defender esto. Mas lo es, quizá porque alguno de sus jugadores, el que está haciendo continuas faltas, y que sin embargo no será eliminado por este motivo, nos anota desde cualquier posición del campo, y esto nos está destrozando, a la vez que me desespera.
Acaba el tercer cuarto y respiro, aunque el problema es que restan aún diez minutos y no veo atisbo de que la debacle se frene. Las soluciones no son difíciles de contemplar pero no confío en que se ejecuten. Tenemos sólo siete jugadores hoy, alguno cargado con faltas, el arbitraje está siendo bastante malo, nuestra defensa un coladero, y nuestro ataque cada vez más espeso. Son hechos que ensalzan mi pesimismo en lo que queda, que no es más que sufrir una nueva derrota en este campo. Si al menos pudiera comprar pan cuando acabe esto...
King Kong
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